Genéricos vs. biosimilares: ¿Cómo son y en qué medida son diferentes?
Ahora mismo, podría haber opciones más asequibles disponibles para tus medicamentos recetados.
Los medicamentos recetados pueden ser costosos, especialmente si tienes una condición de salud crónica. Pero a medida que más medicamentos pierden la protección de una patente, nuevas opciones menos costosas empiezan a estar disponibles en forma de genéricos y biosimilares.
¿Qué son los medicamentos genéricos?
Los genéricos son medicamentos aprobados por la FDA que se pueden elaborar cuando se vence la patente de un medicamento de marca. Por ejemplo, la atorvastatina es la versión genérica del medicamento de marca Lipitor®.
Los genéricos son químicamente idénticos a sus medicamentos de marca equivalentes. Tienen los mismos ingredientes activos, beneficios, forma de dosificación (por ejemplo comprimidos, inyectable), modo de administración, perfil de seguridad y concentración. Pero cuestan hasta un 85% menos.
Como los medicamentos genéricos son químicamente idénticos al medicamento de marca original, pasan por un proceso de aprobación de la FDA diferente. Los genéricos no tienen que repetir los ensayos clínicos originales, lo que ayuda a generar ahorros en el costo. Solo tienen que demostrar su equivalencia química con el medicamento de marca original.
¿Qué son los biosimilares?
Aunque probablemente estés familiarizado con los medicamentos genéricos, es menos probable que estés familiarizado con los biosimilares. Esto es así porque son relativamente nuevos en el mercado. La FDA aprobó el primer biosimilar en el 2015.
Los biosimilares son versiones de menor costo de los medicamentos biológicos, que son medicamentos complejos hechos a partir de fuentes naturales y vivas, como azúcares, proteínas, células animales o vegetales, tejidos, levaduras, o bacterias. Los medicamentos biológicos desempeñan un papel fundamental para tratar enfermedades complicadas como cáncer, diabetes y trastornos autoinmunes, y se pueden encontrar en forma de proteínas terapéuticas, anticuerpos monoclonales y vacunas.
Los biosimilares se elaboran a partir de las mismas fuentes naturales, se administran de la misma manera, ofrecen los mismos tratamientos y beneficios y tienen la misma concentración, seguridad y pureza que sus equivalentes biológicos originales, también denominados medicamento de referencia. Solo se los puede fabricar cuando el medicamento de referencia ya no está protegido por una patente.
Un ejemplo de un biosimilar en el mercado es Semglee® (insulina glargina). Es el primer biosimilar intercambiable aprobado por la FDA, lo que significa que potencialmente podría sustituir al medicamento biológico de marca Lantus® (insulina glargina).
Los biosimilares y los genéricos no son lo mismo
Aunque tanto los genéricos como los biosimilares son opciones de medicamentos más asequibles, los biosimilares podrían no ser químicamente idénticos a su medicamento de referencia. Los ingredientes naturales y vivos no se pueden copiar con exactitud, lo que genera variaciones menores entre el biosimilar y su biológico de referencia. Los biosimilares también son más complejos que los genéricos y requieren un proceso de aprobación de la FDA más minucioso.
Se espera que aparezcan muchos más biosimilares en el mercado en la próxima década, lo que podría generar ahorros significativos para los pacientes.
Habla con tu farmacéutico acerca de tus opciones
Si tienes preguntas acerca de si un medicamento genérico o biosimilar es adecuado para ti, comunícate con tu médico o tu farmacéutico. En Express Scripts® Pharmacy, nuestros farmacéuticos están disponibles 24/7 para revisar tus opciones de medicamentos, los posibles ahorros en costos y más.
Fecha de publicación: 25 de marzo del 2022