Tomarse el tiempo para revisar (y volver a revisar) cada una de las recetas

Lo que podría haber sido una revisión breve de una receta derivó en una llamada a una paciente que quizás le haya salvado la vida.

Revisar recetas para detectar potenciales problemas de seguridad o alergias es una parte habitual del trabajo de David James. Como todos nuestros farmacéuticos especialmente capacitados, él verifica la seguridad y la precisión de cualquier receta antes de surtirla. Pero esta vez fue diferente.

Una paciente había estado recibiendo a través de Express Scripts® Pharmacy meloxicam, un medicamento que se receta habitualmente para el dolor y la inflamación, durante al menos dos años. Sin embargo, cuando James revisó su historia clínica, vio que aparecía una alergia nueva, una que puede causar problemas con el meloxicam.

Una breve conversación lo cambió todo

James estaba preocupado y decidió llamar a la paciente para confirmar la alergia y ver si todavía estaba tomando el medicamento. A la paciente le sorprendió escuchar a James, y dijo que no estaba al tanto de ninguna alergia a su medicamento y que lo había estado tomando según lo indicado.

Esa podría haber sido toda la conversación. Sin embargo, James siguió hablando y le preguntó a la paciente por su estado de salud en general.

Fue entonces cuando ella mencionó que hacía poco le habían diagnosticado daño renal. La llamada pronto cambió de rumbo.

“Cada vez que vemos que un medicamento como este se utiliza en pacientes con problemas renales o de corazón, definitivamente es una señal de alarma”, dijo James, que trabaja en Express Scripts® Pharmacy desde 2003.

Le dijo a la paciente que el meloxicam y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden causar daño renal y le recomendó que consultara a su médico.

“Esa llamada me salvó”.

Cinco meses después, la paciente volvió a llamar para agradecer a James y le dijo: “Esa llamada me salvó”.

Dijo que había estado tomando meloxicam durante 4 años y que su funcionamiento renal se estaba deteriorando casi hasta el punto de necesitar diálisis. La conversación con James la incentivó a investigar más y ver nuevamente a su médico.

Con pautas del médico, dejó el meloxicam y su funcionamiento renal volvió a la normalidad.

James se alegró de escuchar que la paciente siguió su consejo y que esto dio tan buen resultado.

“Es muy gratificante darse cuenta de que el tiempo que uno se toma y lo que uno dice no son cosas que se dan por sentado o que se pasan por alto”, dijo James. “Realmente soy capaz de marcar una diferencia”.